Esta mañana los más pequeños se han despertado sabiendo que les esperaba un día muy especial, todos tenían ganas de "ir a yoga". Han llegado a la shala con mucha energía, con sus calcetines antideslizantes y, algunos más profesionales, con esterilla y todo.
Tras una breve presentación han escuchado atentamente la historia de Asani. Nuestro amigo Asani es un muñeco de trapo que practica yoga y tiene muchas ganas de compartir todo lo que sabe con los niños. Assani nos ha enseñado como se prepara para la práctica, a saludar al sol y algunas de sus posturas favoritas.
El yoga nos enseña a tener en cuenta al otro y, además, es mucho más divertido practicar la postura del gato con un compañero. Hemos jugado a los gatos, que a veces se enfadan y enseñan sus garras y otras veces son cariñosos y se hacen mimos.
Hemos practicado algunas asanas (posturas) de yoga. El libro, la mesa, la ostra, el arco... y también el árbol convirtiéndonos en un frondoso bosque de pinos, limoneros, naranjos, higueros.... Todos han participado con su imaginación dando lugar a una sesión muy creativa.
Tras poner a prueba nuestro equilibrio nos hemos dado cuenta de que todos juntos és más fácil que cada uno por separado.
Al acabar las posturas, hemos formado una estrella inmensa, la más grande y brillante de todo el universo. Sintiendo el calor de los pies de los compañeros y escuchando la relajación de las estrellas, hemos viajado por el universo quedando totalmente relajados.
Al desperezarnos después de la relajación hemos comentado entre todos la sesión y, para sorpresa de todos, Asani tenía preparado un regalo muy especial, un dibujo para colorear y recordar el saludo al sol en casa y estar preparados para la siguiente sesión de yoga del próximo mes.
¡Que bien que ya estrenas blog, Caty!
ResponderEliminarAntes que nada, enhorabuena por esta iniciativa de los talleres de yoga infantil y por el éxito que están teniendo. A este paso, tendrás que hacer grupitos de edades para que no se queden niños fuera.
Está muy bien que paséis la información de lo que habéis hecho, pues mi peque, debió salir tan relajado que estuvo como una hora “out”, sin contarnos nada:”David, ¿qué tal te ha ido, bien?”, “Bien no, superbien”…y punto ja,ja…de ahí no sacamos más.
Me gustó mucho comprobar que incluso alguna niña que empezaba un poco reticente, quizás por ser su primer taller y no saber lo que le esperaba, a la salida le brillaban los ojitos, contando todo lo que había hecho (se nota que es niña ja,ja…) y con ganas de volver a repetir…mejor indicador que ése de cómo les ha ido, difícil de encontrar.
Bueno, Caty, hasta el próximo taller…esta vez también con mi niña (¿te puedes creer que cuando se vieron, lo 1º que le preguntó es que había hecho en yoga?).
Un abrazo, Ana